Cómo hacer frosting de queso

Hay preparaciones que agregan, literalmente, la guinda en el pastel. El frosting de queso es una de ellas.
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También conocida por su nombre en inglés: cheese cream frosting, está cobertura es muy utilizada en la realización de tartas y cupcakes.
Hay quienes la preparan siguiendo la receta tradicional. Otros le colocan algunas gotas de colorante para alimentos para darle color.
Para darle un giro diferente, también se puede unir con pasta de frutas incrementando exponencialmente su sabor.
Receta de frosting de queso

El frosting de queso está presente, como topping, en un gran número de recetas. La tarta red velvet es una de ellas.
Preparar la cobertura es muy sencillo, rápido y económico.
Ingredientes
- 250 g de mantequilla
- 250 g de azúcar glas
- 250 g de queso crema
Preparación

Primero debemos asegurarnos de dos cosas:
- La mantequilla debe estar muy, muy blanda. Como una pomada.
- El queso crema debe estar frío, a temperatura de frigorífico.
Colocamos toda la mantequilla en un bol y comenzamos a batirla con ayuda de unas varillas eléctricas. Utilizamos velocidad media.
Luego de uno o dos minutos, cuando la mantequilla comienza a tornarse blanca, bajamos la velocidad de las varillas al mínimo.
Comenzamos a agregar el azúcar por tandas, mientras se prosigue batiendo la mezcla.
Al terminar de incorporar todo el azúcar, esperamos unos segundos y comenzamos a subir de velocidad hasta llegar al máximo.
Este proceso debe extenderse por 4 o 5 minutos.
Transcurrido el tiempo, sacamos el queso crema del frigorífico y lo agregamos directamente a la mezcla.
Seguimos batiendo, a velocidad media, hasta obtener una mezcla homogénea.
Al lograr el punto ideal detenemos las varilla. ¡Está listo nuestro frosting!
Podéis colocarlo en una manga y decorar tartas, cupcakes y hasta macarons.
Variantes de la cobertura de queso

El frosting de queso, tal y como lo preparamos anteriormente, lo podemos considerar una cobertura lista o una base para muchas preparaciones más.
Podéis agregarle colores para alimentos, lo que solo cambiará su presencia.
Pero si queréis alcanzar otra dimensión con esta cobertura, podéis unirla con pasta de frutas.
Nuestras favoritas son manzana verde, mango y fresa.
Además de frutas podéis agregarle una cucharadas de crema de avellanas con chocolate o mantequilla de maní.
También podéis probar el sabor que alcanza al colocarle unas gotas de sirope de chocolate o un poco de dulce de leche.
Las cantidades, en cada una de las variantes, dependerán de vuestro gusto.
Sin importar el camino que toméis, lo único que debéis hacer es agregar la cantidad necesaria para alcanzar vuestro gusto y batir hasta tener -nuevamente- una crema homogénea y de color uniforme.
Consejos para mejorar tu frosting

La preparación es sencilla, como habéis visto, pero con estos consejos será aún más fácil realizarla.
- Si la mezcla se torna líquida, no pasa nada. Solo debéis dejarla unos minutos en el refrigerador y tomará la consistencia ideal.
- La mantequilla debe tener la misma textura de una pomada. Para conseguirla, el horno microondas es vuestro aliado. Unos segundos y estará perfecta.
- Aunque podéis usar azúcar normal, el azúcar glas es la mejor opción para que no os quede ningún grumo.
Vídeo: Frosting de queso

Para cerrar esta entrada de Cocimia, os dejamos con un vídeo del canal de YouTube Mi tarta preferida.
La receta de frosting de queso que se prepara en este video es muy sencilla y rápida de realizar.