Conoce los tipos de placas de cocción para hostelería

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Igual que en la cocina cotidiana del día a día en el hogar, en la hostelería también existen diferentes tipos de placas de cocción y cada una de ellas ofrece características distintas. Si estás montando un restaurante o cualquier otro negocio de elaboración de comida y no sabes qué placa de cocción elegir, estás en el sitio indicado.

A continuación te mostramos todos los tipos de placas que existen y sus características principales.

Placa de cocción: ¿qué tipos hay?

Dentro de los diferentes tipos de placa de cocción que hay en el mercado podemos diferenciar dos grandes grupos según su fuente de energía. En esta clasificación, separaremos todos los tipos en esos dos grupos. Por un lado, están las placas de cocción eléctricas y por otro, las placas de cocción a gas.

También hay que decir que podríamos incluir un tercer grupo, aunque poco frecuente, que sería el de las placas de cocción mixtas, que unen gas y electricidad.

Placas de cocción eléctricas

Como su nombre indica, se trata de un tipo de placa de cocción cuya fuente de energía es la electricidad. Dentro de este grupo encontramos las placas de inducción más conocidas y que seguro tienes en casa. Estamos hablando de la placa de cocción para vitrocerámica y la placa de inducción.

La placa de cocción para vitrocerámica está formada por un cristal vitrocerámico debajo del cual hay unas resistencias que mediante electricidad se calientan transmitiendo el calor al cristal. Este cristal después transmite el calor radiante al recipiente que se coloque encima.

Hay muchos tipos de placas según el número de zonas de cocción que tengan. La más común es la placa de cocción para vitrocerámica de 4 zonas, porque permite realizar diferentes procesos de cocinado al mismo tiempo. Luego están las de 3 zonas, que disponen de una zona mucho más grande que las demás y sirve para ollas grandes o paelleras, por ejemplo. Y por último, las de dos zonas que se utilizarían en cocinas muy pequeñas.

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El segundo tipo dentro de las placas de cocción eléctricas es la placa de inducción, que parece que en los últimos tiempos ha desbancado a la placa de cocción para vitrocerámica. Se diferencian en que la placa de inducción calienta el recipiente a través de un campo electromagnético y no mediante resistencias. Por eso, los recipientes como ollas o sartenes que se pongan encima tienen que ser de un material ferromagnético para que se transmita bien el calor.

Lo bueno de las placas de inducción es que aunque pongas la mano encima no te quemas, y si cae algún alimento tampoco se pega ni se quema y luego no tienes que rascar. Son, por lo tanto, más fáciles de limpiar y también más económicas.

Placas de cocción a gas

El segundo gran grupo sería el de las placas de cocción a gas, también conocidas como los fogones de toda la vida. Funcionan mediante gas y las podemos encontrar de diferentes tipos según el número de fogones que tengan.

Si tienes un negocio de hostelería te interesarán las placas de cocción de gas por la rapidez con la que funcionan y sobre todo por el gran ahorro energético que supone. En tu casa no vas a notar tanto ese ahorro, pero en una cocina profesional, donde se pasan muchas horas cocinando, el gasto varía bastante.

Lo malo de este tipo de placas de cocción es que cuesta más de limpiar y eso para muchas cocinas profesionales supone un gran problema. Hay que dedicarle tiempo a la limpieza y muchos hosteleros terminan decantándose por placas de cocción eléctricas.

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