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Tarta de queso japonesa

Tarta de queso japonesa – Receta original

Nuestra llegada a la tarta de queso japonesa fue por total casualidad.

Hace algún tiempo, estando de tapas con un grupo de amigos, escuchamos una conversación de un grupo cercano.

Una de las mujeres contaba sus periplos por Japón, durante un viaje de trabajo reciente.

Entre las cosas que describía hubo una que nos llamó la atención. Una tarta de queso que, según su descripción, parecía algodón.

Muy esponjosa, se deshacía en la boca, sabor muy equilibrado, eran algunas de las frases que iba soltando la mujer con cara de éxtasis.

Iniciamos una investigación rápida en un móvil y dimos con un video japonés de la tarta.

No podíamos dar crédito a los que veíamos. El postre perfecto para acompañar con un café durante una tarde.

Pasaron los días desde esa noche de tapas y la idea de hacer la tarta de queso japonesa no se iba de la cabeza.

Buscamos la receta original en Internet, compramos los ingredientes, hicimos la tarta y ¡Voila! Obtuvimos todas las sensaciones que describía la mujer.

No hay forma de explicarlo. Es un postre suculento y por ello, decidimos traerlo a cocimia.com.

Esperamos que os animéis a hacerla y disfrutéis de un postre que no es de este mundo.

Receta tarta de queso japonesa

Receta de tarta de queso japones

Con una historia que data del siglo XIX, con un giro decisivo al término de la Segunda Guerra Mundial, la tarta de queso japonesa se ha ganado un sitio en la pastelería nipona.

Aunque la receta tomó gran popularidad en la década de los 70, la fama se mantiene en crecimiento en la actualidad.

Es una tarta muy esponjosa, de sabor delicado, no empalaga y es perfecta para cualquier ocasión.

Su preparación no es difícil, pero tampoco es el postre más fácil de preparar. Debéis tener alguna experiencia.

Ingredientes

Tarta japonesa de queso
  • 60 g de harina para repostería
  • 20 g de fécula de maíz o Maicena
  • 250 g de queso crema
  • 6 huevos
  • 140 g de azúcar glass
  • 60 g de mantequilla
  • 100 ml de leche
  • Ralladura de un limón
  • 1/4 de cucharadita de crémor tártaro o 1 cucharadita de zumo de limón
  • Pasas sultanas
  • Sal

Preparación

A fuego lento, coloca una bandeja para horno con agua. Cuando esté a punto de romper a hervir, apágala. Sobre el agua caliente, coloca el bol donde realizaréis la mezcla de la tarta.

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Agrega el queso crema y la mantequilla. Únelos con una cuchara de palo.

Cuando tengáis una crema homogénea, añade -lentamente- la mitad del azúcar glass, las yemas de los seis huevos y la leche. No dejéis de batir nunca.

Al ver que todos los ingredientes están perfectamente integrados, suma una pizca de sal y la ralladura de un limón.

Retira el bol del agua caliente.

Aparte, tamiza la harina de trigo para repostería y la fécula de maíz.

En otro recipiente, monta las claras de huevo. Cuando estén muy esponjosas, agrega el cremor tártaro. Únelos bien y añade la segunda mitad del azúcar impalpable. Bate hasta unir todos los ingredientes.

¿Cómo saber cuándo dejar de batir las claras de huevo? Levanta el batidor y si se forman unos picos firmes, habéis encontrado el punto exacto.

Claras de huevo montadas

Une todos los ingredientes líquidos a la harina y fécula de maíz tamizadas. Bate hasta unificar.

Luego, añade la mezcla de azúcar glass con claras de huevo batidas.

Une todo con movimientos envolventes.

Toma un molde, de unos 8 cm de altura, y agrégale mantequilla y un poco de harina en toda la superficie. También podéis cubrir con papel para horno.

De forma opcional, agrega las pasas en el fondo del molde.

Vierte toda la mezcla en el molde. Deja unos 2 cm de espacio en el tope del molde para evitar que la tarta se desborde durante el horneado.

En el horno precalentado a 200° C, introduce una bandeja de agua con la altura necesaria para cubrir un tercio del molde donde está la mezcla de tarta de queso japonés.

Agrega agua caliente en la bandeja y coloca el molde con la tarta al centro.

La bandeja debe estar en el nivel más bajo de vuestro horno. Donde esté más cerca de la fuente de calor.

La cocción de la tarta se hará en baño maría durante 18 minutos a 200° C. Luego, baja la temperatura a 160° C y déjala así por 15 minutos.

Tarta de queso japonesa servida con tenedor

Apaga completamente el horno y deja la tarta en el mismo sitio durante 30 minutos.

Cuando transcurra la media hora, abre la puerta del horno y deja el pastel dentro. La idea es que se enfríe poco a poco.

Veréis la superficie de la tarta muy tensa. Esa tensión disminuye con la temperatura. Cuando suceda no os preocupéis, es parte del proceso.

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Al estar fría la tarta de queso japonés, vuélcala sobre un plato con papel vegetal y vuélvela a voltear para que la superficie dorada y tensa quede hacia arriba.

Para adornar podéis espolvorear un poco de azúcar glass en el superior de la tarta.

Los japoneses, cuando hacen esta receta en casa, utilizan plantillas con formas para dibujar, con el azúcar glass, personajes animados o símbolos en tendencia.

Consejos para la tarta de queso japonesa perfecta

Tarta de queso perfecta

Preparación en caliente

Es fundamental hacer la mezcla en una superficie caliente. No omitáis el primer paso de la preparación.

Es importante que la mantequilla, es queso crema y huevos estén a temperatura ambiente.

En caso de que los tengáis en el frigorífico de vuestra casa, sácalos -como mínimo- una hora antes de iniciar la preparación de esta receta.

Huevos montados

La repostería está compuesta por la suma de los pequeños detalles.

Cuando trabajáis con claras de huevo montadas, es importante unir los ingredientes con movimiento envolventes. Así se reduce la pérdida de aire de las claras.

Cremor tártaro

Tarta de queso con mermelada de fresas

¿Cremor tártaro? ¿Dónde encuentro eso? No os deis tirones de pelo por el cremor tártaro. Lo podéis encontrar en las tiendas especializadas de repostería.

En caso de que no lo consigáis, una opción es utilizar zumo de limón. ¿Cómo lo usáis? Pues, tomando en cuenta la cantidad de cremor tártaro, agrega tres veces más zumo.

Protege la mezcla

Como veis, la tarta de hornea en se baño maría.

Por ello, lo más recomendable es no utilicéis un molde desmontable en esta preparación.

En caso de no tener más opción, envuelve el molde en papel aluminio para evitar que ingrese agua durante la cocción.

El agua ingresando a la mezcla durante su cocción hará que la tarta quede apelmazada.

Emplatado

Esta tarta se consume a temperatura ambiente o con el frío del frigorífico.

La podéis degustar con los frutos rojos de vuestra preferencia o con un toque de la mermelada de vuestra preferencia.

Antes de irnos, os dejamos con un vídeo con una receta sencilla de tarta de queso japonesa que se explica paso a paso.

YouTube video

¿Qué os pareció la receta? Déjanos un mensaje en los comentarios para saber cómo les ha resultado o si tienen algún consejo más que debamos tomar en cuenta.

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